BBVA Mi jubilación - Fondo documental

Los ejes de análisis de este informe pueden resumirse en: 1) no se deben reducir, sino mantener, los incentivos fiscales actualmente existentes a los planes de pensiones en España, en cuanto ya somos uno de los países de la OCDE con menores incentivos fiscales a los planes de pensiones; 2) el fomento del ahorro a largo plazo a través de los planes de pensiones contribuye a incrementar la inversión, la productividad y el nivel de vida de las sociedades; y 3) los planes individuales y los planes de empleo son complementarios y no sustitutivos, por ello el sistema debe simultanear los incentivos a ambos instrumentos.

Según el autor del estudio, el profesor Juan Carlos Higueras, el actual sistema de pensiones “tiene fecha de caducidad, no es sostenible y no permitirá ofrecer pensiones suficientes y dignas para los jubilados que están por llegar”, avisando de la necesidad de acometer una reforma integral del sistema y cambios estructurales en nuestra economía para darle soporte. Sus principales conclusiones serían las siguientes: 1) el efecto del COVID-19 sobre la economía no ha hecho más que agudizar el problema existente y acelerará un proceso de reforma que Europa hace tiempo reclama; 2) en España, actualmente, hay 3 personas en edad de jubilación por cada 10 en edad de trabajar, mientras que en 2050 habrá un jubilado por 1,72 personas en edad de trabajar; 3) en 2019, la brecha de género se mantiene, pues los hombres percibieron una pensión media de 1.212,67 euros frente a las mujeres, que es de 793,9 euros; 4) País Vasco, Asturias y Madrid, las comunidades con pensiones más altas; mientras que Galicia y Andalucía las que menos; 5) se señala la necesidad de inculcar mucho más el ahorro previsional, pues la tasa media de ahorro de los españoles en planes y fondos de pensiones es de 9,35% respecto al PIB y la media de los países de la OCDE es superior al 35% del PIB.

Desde la década de 1990, el sistema italiano público de pensiones ha experimentado cambios profundos. Con el aumento gradual de la esperanza de vida, que determina una extensión del período de pago de pensiones, y la desaceleración del crecimiento económico, las reglas para determinar las pensiones también se han revisado de acuerdo con las necesidades de sostenibilidad de las finanzas públicas. En particular: 1) tanto la edad requerida para jubilarse como la edad mínima de cotización se han elevado; 2) el monto de la pensión se ha vinculado: a variables tales como el monto de contribuciones pagadas durante toda la vida laboral y ya no a los últimos salarios recibidos; al crecimiento del Producto Interno Bruto o a la "esperanza de vida" al momento de la jubilación; y 3) una vez pagada, la pensión se revalúa únicamente en función de la inflación. Estos cambios significan que, con el tiempo, las nuevas pensiones, en relación con la última remuneración recibida (la "tasa de reemplazo"), serán más bajas que las de los pensionados actuales. Esta es la razón principal por la que se agrega un segundo pilar a las pensiones obligatorias: la provisión social complementarias. Concretamente, ésta, además de permitir la posibilidad de obtener una renta complementaria, representa una oportunidad de ahorro que con que enfrentar cualquier dificultad personal y laboral con mayor serenidad, facilitando también la salida del mercado laboral y la transición a la Jubilación.

Se ha observado que la rentabilidad se estabiliza a medida que aumenta el plazo, para todos los tipos de fondos en general. Es más, a largo plazo ninguna categoría de fondos de pensiones, por término medio, genera pérdidas; todas son rentables, siendo más rentables los fondos de renta variable y menos rentables los de renta fija.

El Reino Unido es uno de los países más prósperos y desarrollados del mundo. Los residentes disfrutan de un nivel de vida relativamente alto en comparación con el resto del mundo, las empresas se benefician de tasas impositivas competitivas, un sistema legal maduro y una fuerza laboral bien formada. La industria de seguros y ahorro a largo plazo del Reino Unido juega un papel importante en esto, ayudando a los hogares a proteger su patrimonio y gestionar el riesgo de eventos adversos de la vida, salvaguardando los ahorros para su futuro. Igualmente, las empresas están en mejores condiciones para gestionar sus riesgos y desplegar sus recursos de manera más eficiente con contratos de seguro adecuados.

Desde su introducción en 2012, el programa "auto enrolment" ha sido un éxito. El gran descenso producido en la participación de los trabajadores en programas de pensiones ocupacionales en la última década se ha invertido. El "auto enrolment" ha mejorado la participación de todos los grupos de edad, particularmente entre los más jóvenes (22-29 años). Además, la participación en las pensiones ocupacionales entre hombres y mujeres se está equiparando. Desde 2012, nueve millones de trabajadores se han incorporado al "auto enrolment", con más de 900.000 empresarios cumpliendo con esta obligación. Se estima que para 2018 cerca de 10 millones de empleados participen en el programa, de los cuales 3,6 millones serán mujeres.