12 de noviembre de 2014
Autor:
MERCEDES AYUSO, ROBERT HOLZMANN
España ha combinado los fenómenos de envejecimiento de la población tanto desde la parte inferior de la pirámide, como consecuencia de unas bajas tasas de natalidad y desde la parte
superior de la misma, como consecuencia de la mayor esperanza de vida para la población de edad avanzada. Los fenómenos demográficos de natalidad, longevidad y migración no pueden
considerarse de manera aislada en el diseño de sistemas sostenibles de pensiones: es necesario analizar la interrelación que existe entre ellos de cara a realizar proyecciones lo más acertadas
posible. Mientras que el fenómeno de la migración parece tener efectos temporales en la composición de la población, y probablemente compensados (efecto cero) en el análisis a medio
y largo plazo, no ocurre lo mismo con los fenómenos de natalidad y mortalidad. La puesta en marcha de políticas sociales que fomenten el crecimiento de la natalidad, y la creación de incentivos para motivar la permanencia de los individuos en el mercado laboral podrían o
deberían constituirse en piezas clave en el mantenimiento de sistemas previsionales de reparto y de capitalización.