En un post anterior recogíamos la definición de los cuidados profesionales en dependencia acudiendo a la definición ofrecida por la RAE: “cuidados que son prestados por una institución pública o entidad, con y sin ánimo de lucro, o profesional autónomo entre cuyas finalidades se encuentre la prestación de servicios a personas en situación de dependencia, ya sean en su hogar o en un centro”.
En primer lugar, vamos a contextualizar el peso del cuidado profesional en el SAAD. A fecha de 31 de diciembre de 2019, había una media de 1,27 prestaciones por persona beneficiaria. Así, del total de prestaciones, el 56,60% son prestaciones de servicios, e incluyen: teleasistencia (18,26%), servicio de ayuda a domicilio (18,53%), centros de día/noche (7,16%) y atención residencial (12,65%). A esto se le pueden añadir dos de las tres prestaciones económicas que recoge la Ley, como son la prestación económica vinculada al servicio y la prestación económica de asistencia personal, con un peso del 11,21% y 0,58%, respectivamente. Por tanto, podemos afirmar que prácticamente 7 de cada 10 prestaciones de dependencia (68,39%) son cuidados profesionales o cuidado formal.
Sabemos que el peso del cuidado profesional es relevante, pero… ¿cuál es el coste de este cuidado profesional? ¿Es el mismo para todos los servicios? ¿Es similar en todas las Comunidades Autónomas? Vamos a tratar de dar respuesta a estas preguntas. Para ello, analizaremos de manera separada cada uno de los servicios. Pero antes, es interesante señalar que no fue hasta el año 2012, con la Resolución de 13 de julio de 2012 de la Secretaría de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, donde se recogieron por primera vez unos precios de referencia del cuidado profesional para el SAAD: que si bien su establecimiento se asentaba únicamente a efectos de estimar el copago correspondiente a los beneficiarios, las Comunidades Autónomas han recogido y ampliado con posterioridad esta legislación incluyendo una mayor diversidad de casuísticas (necesidad de transporte, servicios especiales, …).
En cuanto al servicio de teleasistencia, existe una amplia heterogeneidad tanto de precios como de tipología de prestaciones incluidas según las distintas Comunidades Autónomas, ya que pueden incluir otros dispositivos como detectores de caídas, de movimientos o de humos que amplían y mejoran este servicio, y por tanto, incrementan su coste. En función de la Comunidad, los precios son muy distintos, aunque parece haber consenso en diferenciar los precios según si el beneficiario se encuentra dentro del SAAD o fuera del mismo. Según el IMSERSO, en general, la media nacional asciende a 15,16€ mensuales si los beneficiarios son dependientes, mientras que si no lo son el coste se eleva hasta los 16,54€. Dentro de los beneficiarios del SAAD, el coste mínimo mensual lo encontramos en la Comunidad Foral de Navarra, con un valor de 6,68€, mientras que en el extremo opuesto se sitúa la Comunidad de Madrid, con un coste de 22,18€/mes. Fuera del SAAD, el intervalo de costes se encuentra definido nuevamente en el mínimo por Navarra (6,68€/mes), mientras que el máximo lo ocupa el Principado de Asturias, con un coste de 30€ mensuales. Es interesante señalar que la Comisión para el análisis de la situación del SAAD en España cuantifica el precio medio mensual de este servicio hasta los 20,67€.
En cuanto al servicio de ayuda a domicilio (SAD), la Resolución de 13 de julio distingue entre tiempo dedicado a la atención personal de la persona con dependencia y tiempo dedicado a tareas domésticas, y por consiguiente, asigna un precio distinto para cada casuística: 14€/hora y 9€/hora, respectivamente. De manera similar a lo expuesto en el servicio de teleasistencia, el precio del SAAD depende de las Comunidades Autónomas y de la combinación de horas para asistencia personal y para tareas del hogar, entre otros factores, así como de que la persona beneficiaria sea dependiente respecto de la que no lo sea. Según el IMSERSO, el precio medio nacional se sitúa en 13,66€/hora, con una intensidad mensual promedio de 18,68 horas, lo que supone un montante mensual por persona que asciende a 261,73€. Mientras que la horquilla de precios por regiones está delimitada por el precio mínimo de Extremadura, de 6,18€/hora y el máximo de la Ciudad Autónoma de Melilla, que asciende a 20,74€/hora, la horquilla de intensidades horarias mensuales la conforman el Principado de Asturias en el mínimo con 9,34 horas, y la Ciudad Autónoma de Ceuta, con 27 horas mensuales de promedio. La conjunción de ambas medidas arroja un intervalo final de costes por persona que sitúa en el extremo inferior al Principado de Asturias, con un coste de 98,25€ mensuales, y en el extremo superior a la Ciudad Autónoma de Melilla, con un coste mensual de 478,70€/mes. Por su parte, la Comisión para el análisis de la situación del SAAD en España revela un precio medio mensual de 15,35€/hora.
Respecto a los centros de día/noche, la citada Resolución de 13 de julio establece un precio de referencia que asciende a 650€ mensuales, sin la inclusión de gastos de manutención ni transporte, y que se estima pueda incrementarse hasta un 25% (812,5€ mensuales) si la situación clínica de la persona beneficiaria requiere mayores necesidades de cuidados. La realidad de los precios repite heterogeneidad según las distintas Comunidades Autónomas y factores asociados a las necesidades de las personas beneficiarias. En promedio, el precio público mensual asciende a 723€, siendo Castilla-La Mancha la que menor coste mensual refiere, de 534€, mientras que la Ciudad Autónoma de Ceuta se sitúa en el extremo superior, con un coste de 1.415€ mensuales. Cuando la naturaleza de estos centros es concertada, el coste medio nacional asciende a 764€ mensuales, situándose de nuevo Castilla-La Mancha con el menor coste mensual, 510€, mientras nuevamente Ceuta repite extremo superior con la misma cuantía de 1.415€ mensuales, según recoge el IMSERSO. Por su parte, la Comisión para el análisis de la situación del SAAD en España descubre un precio promedio de 869,01€ mensuales.
En lo referente al servicio de atención residencial, la propia resolución recoge como precio de referencia una horquilla de 1.100 – 1.600€ mensuales, que podrían incrementarse hasta un 40% en función que se precise mayor intensidad de cuidados por la persona beneficiaria. De igual manera, los precios varían diametralmente en función de la Comunidad Autónoma de residencia y del tipo de plaza objeto de contratación. Según el IMSERSO, el precio medio de una plaza pública de atención residencial asciende a 1.333 € mensuales, mientras que el de una plaza concertada se incrementa hasta los 1.435€ mensuales. Si bien existen importantes diferencias interregionales, son las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla quienes conforman de manera sorprendente por su proximidad geográfica, el mínimo y el máximo del abanico de precios regionales de 145,83€ y 2.135,25€ mensuales, respectivamente, tanto si la naturaleza de la plaza es pública como privada. Por su parte, es necesario destacar que la Comisión para el análisis de la situación del SAAD en España revela un precio final promedio de 1.994,30€ mensuales.
Por último, las prestaciones económicas de asistencia personal y vinculada al servicio se caracterizan porque el conjunto de administraciones públicas transfiera una cuantía monetaria determinada a la persona beneficiaria, quien de manera autónoma se encarga de la búsqueda y contratación del servicio que contribuya a satisfacer sus necesidades: generalmente, uno de los servicios citados anteriormente, aunque con matices o características específicas dada la situación socioclínica de la persona beneficiaria. En ese caso, el precio del servicio contratado cumpliría con las características expuestas anteriormente.
En resumen, el coste total del SAAD para el año 2016 (último año disponible para desagregación de coste de prestaciones de servicios y económicas) ascendió a 7.986 millones de € (0,71% del PIB), de los que el 74,6% correspondían a los servicios señalados, mientras que las dos prestaciones económicas referidas a servicios supusieron el 7,3%. Desagregando si la atención prestada se produce en el hogar de la persona o se requiere de su institucionalización, el citado coste se distribuye en un 26% para la atención domiciliaria y en un 64% si las prestaciones tienen lugar fuera del mismo (el 10% restante corresponde a otras casuísticas). En cualquier caso, 8 de cada 10 euros se destinaron a cuidados profesionales dentro del marco del SAAD.
(*) Juan Oliva, Luz Mª Peña Longobardo y Raúl del Pozo Rubio son profesores del Departamento de Análisis Económico y Finanzas de la Universidad de Castilla La Mancha. Su actividad científica está centrada en la economía y gestión de la salud, con especial interés en el impacto económico de las enfermedades, el uso de la evaluación económica aplicada a la toma de decisiones Y el análisis de los cuidados de larga duración.
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